Si del cielo te caen limones...
Algunos no se acostumbran y vuelven a su tierra. Otros mas si logran su objetivo y echan raices en su lugar adoptivo, guardando su bandera, los CDs de 'Un solo pueblo' y la gorra del Magallanes en un lugar muy especial de su nuevo hogar.
Mi experiencia no ha sido distinta a la de muchos de ustedes, he trabajado en todo lo que usualmente hace el inmigrante: cocinera, niñera, vendedora, reparti publicidad a domicilio, en fin, el dinero no vino muy facil que digamos, pero al menos tenia para las necesidades basicas. Nunca me gusto depender de un hombre el 100%, creo que peco de ser muy independiente ( a veces).
La sobrina de Luz, mi vecina de enfrente llego hace como tres semanas de Guadalajara. Una adolescente muy conversadora que dice no querer hacer los mismos trabajos de su familia.
Tiene aspiraciones, dice su tia. No estudio en su pueblo natal, solo secundaria, ni habla ingles tampoco. Le ofrecieron trabajo en la compañia de jardineria de su primo, pero lo rechazo. Le trajeron unas aplicaciones de empleo de un par de restaurantes de comida rapida y no quizo llenarlas. Que es lo que quiere? 'Un trabajo bueno' dice ella. Y es que esos que le ofrecieron no son buenos?
Esta mañana me conto Luz que tuvo que amenazarla con sacarla de casa si no se buscaba un trabajo. Una solucion un tanto extrema pero que al parecer dio buenos resultados, pues la chica dijo que ira este lunes a buscar trabajo en una taqueria del centro, aunque no se mostro muy animada, confeso la tia, pero ya es algo.
Es cierto que a veces debemos hacer trabajos que nuestro orgullo ridiculo nos grita 'que no esta a nuestra altura' pero mientras sea un trabajo honesto y recibamos nuestra paga puntual, es mejor aceptarlo e ignorar esa voz del ego magullado.
A un pais extranjero venimos a trabajar, si las cosas salen bien podremos mas adelante estudiar o revalidar nuestros titulos anteriores, pero mientras tantos, no hay que llorar, si del cielo nos caen limones, aprendamos a hacer limonada!